Agarrarse por las muñecas mutuamente es un gesto de unión que, además de ser compositivamente vello, siempre me pareció precioso y muy potente. la sensación de unión, respaldo, amistad, ayuda y hermandad que desprende este acto es increíble.
Este trabajo está dedicado a la persona que siempre agarró mi muñeca, mi único hermano, Iván.